El centro de mesa suele ser un motivo de decoración que nos atrae a grandes y pequeños. Aportan una gran creatividad en su montaje, y se pueden confeccionar con múltiples elementos de reciclado. Además, el resultado final entusiasma,  ya que proporciona un toque colorista a nuestro entorno.

Aunque no celebremos esta fecha, al alumnado le gusta confeccionarlo, porque encuentran muchas posibilidades de uso, y muchos los materiales para elaborarlo. En este caso, hemos pensado que lo podemos llevar a casa para colocarlo en el salón, aunque igualmente, se puede situar en cualquier otra estancia de la casa.


En Navidad, se busca especialmente un toque vistoso y elegante, con colores rojos y verdes. Se caracteriza por tener velas, generalmente números pares, y adornos florales, hojas, pequeñas flores, frutos, lazos,.... Nos hemos valido de cualquier elemento que sobrara por casa,  que hubiéramos desechado, e incluso ramas que hemos recogido mientras llegábamos hasta el colegio.


Los centros de mesa se pueden realizar de cualquier forma que se nos ocurra y que dominemos, es decir, lo mismo se pueden llevar a cabo con plásticos, como con plastilina. Su función no variará.


Los materiales básicos que hemos aportado han sido:

• Un plato de cartón duro o de plástico resistente. He preferido reutilizar las bandejas de pasteles o tartas que hemos guardado en casa.

• Un tarro o lata recicladas (de cristal, de conservas, de barro,...) cuidando mucho que no corten y no tengan aristas.
• Cola y papeles brillantes para cubrir la base, lazos para envolverlos, o pegatinas pequeñas para formar motivos decorativos.

• Sobre algunos de ellos hemos impregnado cola encima de los papelitos, y luego hemos espolvoreado purpurina para darle un toque brillante.
• Con todos los materiales aportados (ramas, piñas, bolas, perlitas, flores secas, ...) hemos ido creando composiciones, verdaderamente ingeniosas y estéticas, con una gran satisfacción por parte de todos por los resultados obtenidos